Las redes están que echan
humo.
¡Oye, no pongas esa cara!
Nuestra condición de niños muertos no nos impide estar al día de todo lo
concerniente a las redes sociales. De
hecho, es el ambiente donde mejor nos manejamos.
Podemos hacernos pasar por alguien del sexo opuesto o falsear la foto de
perfil para disimular que nos falta tal o cual miembro o, incluso, fingir que
seguimos estando vivos.
Os sorprendería la cantidad de usuarios de Facebook, Twitter o Instagram
que están muertos y se hacen pasar por vivos (un buen maquillaje y unas gafas
de sol hacen milagros) y lo que, tal vez, no os sorprenda tanto
es la cantidad de gente presuntamente viva dentro de estos grupos y que, por dentro, están aún más muertos que nosotros.
Como decía, las redes sociales están “on fire”. ¿El motivo?; estamos
organizando una gran quedada. ¿El lugar?; la plaza de Callao, en plena Gran Vía
madrileña. ¿Con qué objetivo?; montar la concentración más grande de niños
muertos y, una vez todos reunidos, bailar juntos la coreografía que estamos
ensayando con el “Thriller” de Michael Jackson. Puede parecer un poco tonto y,
quizás, pasado de moda, pero a nosotros nos va a servir para salir a la luz y mostrar al mundo de lo que somos capaces.
Ha llegado el día. Si tuviera corazón, me daría un vuelco por la emoción.
En poco tiempo ya no cabe ni un alma en la plaza. Todos estamos concentrados
esperando el momento de comenzar el baile.
Algo está ocurriendo. Hay mucho revuelo. Las luces nos confunden y el
atronador sonido de las sirenas nos aturde. La policía nos apunta con sus armas
y nosotros, con mayor o menor atino, levantamos los brazos como señal de
rendición.
Todos somos detenidos. Parece ser que nos acusan de enaltecimiento del
Apocalipsis Zombie.
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